Poemas al viento

Selección de versos sobre el viento

Arbol doblado por el viento
 Naki Kouyioumtzis/Getty IMages

Los que miran la ventana del otoño dicen del rumor que va rindiendo la entereza de los árboles. Es asunto del viento y de las cosas que siempre son más bellas cuando están por acabar.

Presentamos una selección de versos de la temporada de la brisa, que a menudo es, como en Neruda, metáfora de lo fébril, otras es el nombre del Otoño en los versos de Ruben Darío y Ángel González. Es lección del cuerpo que se extiende amoroso en el poema de Rosario Castellanos y es además, como el poema el lugar sin límites de todo lo que todavía tenemos por decir.

Poemas al viento 

Mi alegría es oir el ruido del viento en tus cabellos.
Vicente Huidobro

El viento es un caballo

óyelo cómo corre
por el mar, por el cielo. 

Quiere llevarme: escucha
cómo recorre el mundo
para llevarme lejos.

Pablo Neruda
Sin ningún viento, ¡hazme caso!, gira, corazón; gira, corazón.
Federico García Lorca 
A los hombres fuertes les pasa lo que a los barriletes; se elevan cuando es mayor el viento que se opone a su ascenso.
José Ingenieros
Su falda semejante a viento azul que llega como una promesa concedida.
Antonio Brañas
Me tendí, como el llano, para que aullara el viento.
Y fui una noche entera
ámbito de su furia y su lamento.
Rosario castellanos
Un cuadro no se acaba nunca, tampoco se empieza nunca, un cuadro es como el viento: algo que camina siempre, sin descanso.
Joán Miró

El Ángel Ángel

Y el mar fue y le dio un nombre
y un apellido el viento
y las nubes un cuerpo
y un alma el fuego.

Rafael Alberti
La guitarra es un pozo con viento en vez de agua.
Gerardo Diego
Siempre, amor... (¡Y estas dos palabras naúfragas, entre alma y piel clavadas contra el viento!).
Dulce Marúa Loynaz
La lluvia le dijo al viento: Empuja tú que yo azoto y tánto hirieron el soto que de las flores altivas, doblegadas pero vivas, yo sentía el sufrimiento.
Robert Frost
Si una nube lejana me saluda, si hay un ave que canta, si una muda y recóndita brisa inmola el desaliento de las rosas, si hay un rubor de sangre en la imprecisa hora crepuscular, yo me conturbo y tiendo mi sonrisa.
Salvador Novo
Hace una hora que un nombre grabé sobre la nieve;
hace un minuto dije mi amor sobre la arena.
Las hojas amarillas caen en la alameda,
en donde vagan tantas parejas amorosas.
Y en la copa de Otoño un vago vino queda
en que han de deshojarse, Primavera, tus rosas.

Ruben Darío
Nadie sabrá que fuiste mía bajo el otoño
de estrellas delirantes y crepúsculos vagos,
que llenaste mis labios con tu fuego de siempre,
que cayó mi tristeza sobre ti como un canto.

Porque nada resiste la invasión del olvido
cuando llega a mi alma su humareda de otoño.
Todo se va de mí, se fuga de mi vida,
tú también te me vas y permanezco solo.

Jorge Gaitán Durán
¿Transcurren, pues, las estaciones
o eres tú, tan absorto, el tiempo?
Sabes ya que la lluvia
no importa, que nada vale el plazo
de la espera.
Lo sabes
e ignorar es el alimento
del hombre
el de esta brisa
que no se sabe aire.

Ángel Crespo
Abre tu cabellera
origen de los vientos

Gerardo Diego
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.

Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.

Y lo perdimos para siempre.
Ángel González

Otoño

En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!
Octavio Paz